Conferencia de Eduardo Heras León. Director del Centro de Creación Literaria Onelio Jorge Cardoso
Por Mayra García Cardentey. Diplomante de Periodismo digital.
Tener el placer de leer a Alejo Carpentier, se convierte en una sensación inigualable, con una prosa que va desde el estilo barroco de sus grandes novelas históricas, hasta aquellas que con lenguaje sencillo publicaba en sus crónicas de danza para El Nacional de Venezuela.
Sobre estas últimas versó la Conferencia de Eduardo Heras León, Director del Centro de Creación Literaria Onelio Jorge Cardoso, la última perteneciente al Ciclo Alejo Carpentier, auspiciado por la Fundación de igual nombre y el Instituto Internacional de Periodismo José Martí.
No por ser el último resultó el menos interesante, más que conferencia “charla” entre los interlocutores y Heras León, quien ante un tema extenso como la obra carpenteriana relacionada con la danza, prefirió abordarla a través de sus crónicas sobre ballet, especialmente “por la relación profunda que tuvo con el mundo artístico, desde donde contempló a grandes bailarines y exponentes de la manifestación”.
Considerado por el escritor de Los pasos sobre la hierba, como una de las grandes cimas del periodismo cubano en el mundo de la crítica, Carpentier “dejó un testimonio valioso que permite asegurar que no hay un mejor cronista de música y ballet como él”.
Anécdotas como la primera vez que lo vio, en una presentación especial del ballet “Carmen”, conforman parte del conversatorio de más de dos horas. “Invitado por Fernando Alonso, en el Palco del Ballet Nacional de Cuba, pude ver bien de cerca al escritor del Siglo de las Luces, uno de esos libros que cuando uno termina de leerlo no hace más que agradecerle a la diosa literatura, por haber permitido el milagro de su escritura. Sentado cerca de él podía escuchar con verdadero deleite, aquella conversación siempre salpicada de la referencia erudita, de la cita oportuna… la cultura era la capacidad de referencia para él”, contaba.
Para el conferencista “Carpentier no solo era un artista de exquisita sensibilidad, excelente cultura, sino un amante del arte de las puntas, un profundo conocedor de lo que definió como teatro plástico por excelencia. No fue solo un entendido, sino que fue participante directo de argumentos danzarios de raigal cubanía, como cuando trabajó con músicos geniales como Alejandro García Caturla, y Amadeo Roldán en los libretos de “La Rebambaramba”. En su larga carrera de escritor, de promotor cultural, de notable periodista y crítico siempre hubo un espacio para la reseña de ballet, para enriquecer la visión cultural de quienes tuvieron la fortuna de leerlo”.
Recomienda entonces, Heras León, el tomo dedicado a las crónicas sobre danza publicadas en la sección “Letras y Solfa” de El Nacional, para descubrir su relación con el arte danzario que cubre más de medio siglo de quehacer de dicha manifestación artística.
Nos sirve de guía además, para revelar “verdaderos modelos de periodismo cultural, escritos con un estilo que sabe combinar sabiamente, lo anecdótico con la referencia erudita”. Se puede hacer, incluso, un recorrido por la historia del ballet a través de sus textos salpicados de narrativa, y ninguna muestra mejor que “El ballétomano”, publicado el 20 de septiembre de 1952, leído por Heras León durante el conversatorio.
Se refiere igualmente a otros textos culminantes dentro de las crónicas carpenterianas, especialmente los dedicados a la Prima Ballerina Assoluta Alicia Alonso, “algunas de ellas pequeñas joyas, insuperadas dentro de la crítica balletística cubana”.
Con citas demostrativas del estilo carpenteriano, el destacado escritor cubano nos demostró a un apasionado defensor de las vanguardias, de la experimentación en las coreografías, escenografías y todo cuanto convirtiera una buena función de ballet en parte de la historia de la cultura en general. “Tal vez si se lo hubiéramos preguntado, aseveraba Heras, lo habría negado pero yo me atrevo casi a afirmar que junto con todos los extraordinarios atributos que conformaban a esta notable criatura humana, que fue Alejo Carpentier, habría que agregar uno más: era también un balletómano.”
Disponemos entonces, fragmentos de la Conferencia
Enlaces recomendados
• Obras completas de Alejo Carpentier: ese músico que llevo dentro
• Alejo Carpentier. Bibliografía
• Eduardo Heras León. Cronología.
Instituto Internacional de Periodismo José Martí 