Por Dorelys Rodríguez y Maité González. Diplomantes. P. Digital
Mujer de principio a fin, fiel amazona que lidera la lucha contra la discriminación de género desde Cuba, acérrima defensora de los derechos de las féminas. Esa es Isabel Moya, doctora en Ciencias de la Comunicación, presidenta de la cátedra de Género y Comunicación del Instituto Internacional de Periodismo José Martí y directora de la Editorial de la Mujer, la misma que entre risas y un admirable sentido de la responsabilidad accedió a ofrecernos una panorámica sobre el manejo de las perspectivas de género en su país y Latinoamérica, a propósito del ya tradicional Postgrado que se celebra en La Habana para abordar esos temas
¿Qué objetivos persigue el Postgrado Internacional de Género y comunicación?
El postgrado tiene como objetivo fundamental sensibilizar y capacitar a comunicadores y comunicadoras de la región sobre la perspectiva de género y cómo puede ser una herramienta importante para mirar la realidad de otra manera y ayudar a todo el movimiento emancipatorio que se ha estado dando en el continente. En este caso en particular, desde la opresión que se da a las mujeres al ser discriminan no sólo por su sexo sino por el color de su piel, orientación sexual, etc.
¿Cada qué tiempo se celebra el postgrado?
El postgrado se ha posicionado en el mes de febrero desde hace ya nueve años. En esta ocasión, igual que hace dos años, estamos pensando que tendríamos que hacer una segunda convocatoria por la gran demanda.
Los temas que más se tratan en estos encuentros son la imagen de los hombres y mujeres en la comunicación y publicidad. También se ahonda, muchísimo todo lo que tiene que ver con los tópicos que, de una u otra manera, se relacionan con la violencia de género y los medios de comunicación, con el empoderamiento de las mujeres, y las imágenes estereotipadas de los hombres, en fin, que las temáticas fundamentales que atraviesan hoy los debates de género en la academia se llevan a los medios de comunicación y desde estos se puede o reproducir lo que ya está establecido o por el contrario, ser un espacio para cambiar y transgredir.
Cuando se habla de género las personas generalmente piensan en el sexo femenino, entonces, ¿Este postgrado sólo esta destinado a la mujer?
Ese es un error de concepto porque cuando nos referimos a género no sólo estamos hablando de las féminas. El género es una categoría que establece relaciones entre hombres y mujeres, y por supuesto que el postgrado es un espacio al que pueden venir representantes de ambos sexos, aunque a mi me resulta muy curioso que cuando hablamos de los temas de géneros siempre se piensa en el sexo de las personas que asisten a ese taller, sin embargo cuando el tema es economía nadie pregunta si vienen mujeres u hombres a ese encuentro.
Cómo se lleva a cabo el proceso de captación y selección para el postgrado?
Nosotros hacemos una convocatoria abierta que se coloca en el blog del Instituto en Internet, se circula a través de los Medios de Prensa y del Servicio de Noticias de la Mujer en Latinoamérica y el Caribe (SEMLAC). Las personas postulan y se hace una selección de no más de 40 estudiantes teniendo en cuenta el currículum y la relación que pueden tener o no con los contenidos que se van a impartir.
Podría hacer un breve resumen sobre los resultados del posgrado desde sus inicios hasta la actualidad.
Más de 200 personas han recibido el posgrado, de ellas alrededor de 92 son de América Latina y el resto de Cuba. Han participado comunicadores de más de 14 países incluyendo España. Un elemento importante es que se ha mantenido una especie de colaboración entre los personas que han participado en el postgrado y mantienen el intercambio.
¿Se ha podido constatar el impacto que ha tenido el postgrado en Cuba y otras nacionalidades?
En Cuba ha sido muy positivo porque muchas personas que han pasado el postgrado se incorporaron a los círculos de Género en las diferentes delegaciones dela UPEC (Unión de Periodistas de Cuba) que existen tanto a nivel provincial como nacional y cada vez crece más la calidad y cantidad de los trabajos que se presentan porque hay más preparación. En el caso de América Latina, el curso de género y comunicación es un referente para el debate sobre los temas de género y medios.
¿Cómo valora la doctora Isabel Moya la salud actual de los temas de género en los medios de comunicación de Cuba?
Yo creo que cada vez hay mayor presencia del tema, lo cual no quiere decir que me sienta satisfecha porque los enfoques desde los que se abordan no son muchas veces los más correctos. Sin embargo me ha dado mucho placer ver el debate que se ha establecido en los medios a partir de la imagen peyorativa de las mujeres y de las relaciones de parejas que se dan en muchas manifestaciones de la música popular cubana. Realmente es un indicador de que el tema va ganando cada vez más espacio en las agendas comunicativas.
¿En el caso de Internet y las Redes Sociales?
Todavía son pocos los blogs en Cuba que están dedicados a los temas de género y yo creo que ese es un espacio en el que se pudiera hacer más.
Igualmente cuando se hacen foros y son promovidos desdela Islaeste es un tema del que se habla poco a pesar de su importancia porque uno de los grandes logros dela Revolución Cubana es el empoderamiento de las mujeres, sin embargo a veces nos referimos a los resultados en materia de salud y educación.
También muchas veces la realidad cubana se tergiversa desde las propias féminas porque se utiliza el tema de la mujer en Cuba para descalificar a la Revolución desde miradas estrechas que ponen una lupa a los problemas existentes, porque por supuesto que la igualdad de género no se ha logrado en Cuba. Toda la sociedad trabaja en ese sentido. Es algo a lo que nuestro presidente, Raúl Castro, ha hecho referencia en sus más recientes discursos, sin embargo a veces desde fuera de la Isla sólo se ponderan los retos que nos quedan y no se habla de todo los logros.
¿Algún mensaje que quisiera enviar sobre el tema a Cuba y Latinoamérica?
Creo que los medios deben asumir cada vez más que no es posible una comunicación verdaderamente democrática, inclusiva y participativa sino están las experiencias de las mujeres. Además es necesario constituirnos en una plataforma liberadora de los viejos estereotipos que propicie cada vez más el debate sobre los viejos modelos de ser hombre y mujer y promueva las nuevas formas que se están gestando dentro de la sociedad cubana y en muchos otros lugares del mundo.
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